jueves, 2 de diciembre de 2010

“los valores universales”


INTRODUCCIÓN TEMÁTICA

Que importante es el tema de los valores, a continuación presentamos algo de lo mas importante que recabamos después de haber estudiado y recapacitado acerca de este tema tan importante en la sociedad.

Los valores son algo de lo más importante en la vida diaria, que bueno que tenemos la oportunidad de estudiar sobre ello ya que el ver sobre el tema nos hace recapacitar sobre lo que realmente somos y a su vez transmitirlo a nuestros hijos y familiares en general, ya que las personas que carecen de ellos difícilmente podrán transmitirlos a sus hijos y en ocasiones culpan a escuelas y amistades de lo que realmente ellos son culpables.

Que bueno es saber que los valores más importantes en la educación de nuestros hijos son los que se dan en nuestra propia casa y no en escuelas ni amistades, si enseñamos buenos valores a nuestros hijos y aparte lo hacemos con el ejemplo será lo mejor que podemos hacer por los nuestros.






DESARROLLO TEMÁTICO

VALORES

Valores universales éticos y cívicos

Ética. Honradez. Bondad. Modestia. Solidaridad. Amistad. Amor. Prudencia. Responsabilidad. Deber. Fortaleza. Lealtad. Libertad. Caridad. Justicia. Igualdad. Templanza. Integridad personal. Fidelidad

Los Valores Universales

Cívicos Y Éticos

Los valores están presentes en el organismo, La personalidad, la sociedad y la cultura humana.

Los valores no son normas de conducta, Las normas son regla para comportarte de un modo determinado.

El termino valor no lo poseen los objetos en si.

Si no que estos lo adquieren gracias a su relación con el hombre, con el ser social.

Todos los seres humanos independientemente del grado cultural y de civilización poseemos un sentido ético o moral.

Este sentido esta ligado a los actos voluntarios pues los calificamos como buenos o malos.

La culminación del acto moral, así como también de los sistemas éticos, se logran al elegir las finalidades que se realizaran en la vida.

Son valores y reciben ese nombre por contener el valor que los hace deseables.

Las virtudes éticas se refieren especialmente a la actitud moral. Los valores éticos no son los bienes si no los de las personas y sus actos. No residen en las cosas sino en la voluntad, las intenciones y los propósitos.

Las virtudes prácticas tal como su nombre lo indica corresponden a la ejecución de la conducta, y sirven para vencer las contingencias y obstáculos de la vida.

La Honradez

De las virtudes la que se ha tenido en el mayor aprecio es la que prohíbe al individuo apoderarse de los bienes ajenos. Aunque este valor se desarrolla en una esfera económica también se aplica a otra clase de pertenencias. Y más ampliamente a la observancia de una conducta apegada al deber.

La honradez también incluye el mantenimiento de una persona o compromiso y nunca intentar abusar de la confianza que depositan en su persona y sus actos.

La Bondad

La principal virtud moral es la bondad, virtud por anatomiza valor supremo de la conducta. La moral es realización de lo bueno .De manera simple podemos afirmar que la bondad es la virtud de ejecutar el deber, por tanto el hombre bondadoso realiza en actos sus convicciones manteniendo una insobornable lealtad consigo mismo y con el prójimo.

La Modestia

Esta virtud generalmente se entiende como un señalado recato y hasta cierto punto inhibición por las expresiones de si mismo; un individuo modesto es el que no hace gala de sus bienes o facultades esta virtud es la consideración de no lastimar al prójimo con un desplante que pueda causarle daño.

La Solidaridad

La voluntad de ayudar a los que necesitan y comprometieres con sus problemas es la definición del valor de la solidaridad.

La importancia de dicha virtud esta fuera de toda duda, dado que toda sociedad humana cuenta con sectores que siempre requieren ayuda.

En la actualidad, muchos ejemplos de solidaridad se dan en nuestro país, resaltando por su circunstancia, la ayuda que se da cada invierno a las poblaciones tarahumaras del norte del país.

La Amistad Y El Amor

Los individuos se integran en una unidad básica que se la familia y dentro de ella surge un sentimiento espontáneo y reciproco llamado amor, siempre esta presente; el amor crece cada día y es la fuerza moral que une a las familias y las capacita para resolver las dificultades toque enfrentar.

El valor de la amistad estriba en que personas diferentes crean lazos afectivos, dentro de esta relación surge un espíritu de respeto que nos permite tratar con cariño y dulzura a nuestros amigos. Pues gracias a ellos nos resuelven algunos problemas económicos y nos orientan a lo largo de toda la vida, comparten su visión personal y gozan con nosotros de nuestras ocurrencias, el juego, el esparcimiento, el descanso, el buen humor e incluso la ironía.

El Amor

Es un sentimiento abierto y positivo que se experimenta con respecto a otros individuos o también a otros seres como animales o plantas.

El amor es una fuerza de unión y armonía que mueve las cosas y las mantiene juntas amar y ser amado es placentero para los seres humanos, a través del amor suele obtenerse seguridad, confianza en si mismo y alegría al saberse importante, para otra persona. Además el amor cubre ciertas necesidades como la comunicación, la convivencia, la recreación y el aprendizaje.

El amor no solo esta presente entre los individuos como pareja, si no el amor entre amigos, el amor a objetos, el amor por ciertas actividades, el amor al prójimo y a dios.

La Amistad

Es una relación voluntaria, íntima y duradera, predominan en ella otros valores, tales como la solidaridad, el desinterés la reciprocidad y la independencia de diferencias sociales.

La Verdad

La verdad se ha fomentado siempre y quien la cultiva es considerada como una persona de alta calidad humana y moral. . Cuando el saber es producido con esta intención se realiza una virtud que se designa como veracidad, indicando la virtud de buscar la verdad como valor humano; el investigador o descubridor impulsados por la veracidad son capaces de promover debidamente la mentira pues la sabiduría es un valor del espíritu de ciertos hombres.

Consiste en decir siempre la verdad esto es decir lo que se cierto, lo que se autentico y conforme a lo que sucede, como son las cosas sin aumentos ni disminuciones la verdad implica ser sincero, real hablar con la verdad implica a los seres humanos credibilidad y confianza para los demás lo que permite ser respetados y reconocidos como personas en las que se puede confiar.

La Prudencia

Es la capacidad que poseen los hombres para orientar su actuación en base al uso de la razón. Esto quiere decir que ante todo la razón debe gobernar los actos de las personas y no el sentimiento.

La prudencia permite a los hombres perfeccionar sus propias actividades y perseguir su propio bien respecto al fin común de los que le rodean y de su vida misma.

La prudencia gobierna a todas las de más virtudes y su función elemental es la de conocer los fines o propósitos para actuar de una manera correcta. Lleva a los hombres a tomar decisiones efectivas que aseguran éxito y buenos resultados, cuando se es prudente imponiendo la razón a nuestra existencia, las determinaciones tomadas estarán. Muy lejos de las apariencias, ficciones y engaños que suelen presentarse.

La Responsabilidad Y Deber

La Responsabilidad es la virtud humana de responder con formalidad de ser capaz para tomar decisiones de dirigir una actividad de organizar a un grupo o de coordinar un todo.

Los seres responsables se caracterizan por imprimir a sus acciones seriedad, comprometiéndose consigo mismos y con los demás una actitud responsable es granita de buenos resultados.

La Fortaleza

Es la virtud que permite a los seres humanos moderar y dominar sus pretensiones, ambiciones e impulsos respecto a metas y objetos difíciles de obtener, esta virtud permite actuar con determinación, firmeza y audacia, sin dudas ni titubeos al momento de tomar decisiones simples o complejas aquellas que se refieren a situaciones que representan un gran peligro o temor como la muerte.

El hombre con fortaleza puede vencer todos los peligros, obstáculos y penas que sele presenten, será perseverante, paciente y generoso sinónimos de fortaleza son el vigor, la energía, la resistencia y la lozanía.

La Lealtad

Se puede definir a la lealtad como un sentimiento o actitud de adhesión a algo que se externo a uno mismo.

Este sentimiento es acompañado de un deseo por apoyar o actuar a favor de aquello a lo que se es leal y bajo condiciones que incluso exijan cierto sacrificio .La lealtad es voluntaria quien la practica elige de manera libre hacerlo y sin presiones ni condiciones de ninguna especie.

La lealtad tiene un origen social.

La Libertad

La Libertad es una de las virtudes mas reconocidas y apreciadas por todos los seres humanos, no solo como facultad de desplazarse y de transitar sin impedimento , sino también como el poder para actuar y no actuar , para pensar y expresarse de tal manera, para decidir que hacer y como hacerlo .

La Libertad se siente en al medida que se hace lo que se quiere.

La Caridad

La Caridad es la dedicación activa a fin de promover la felicidad y el bienestar de los demás con el objeto de lograr esa felicidad y bienestar de tal manera total y no solo eliminar la miseria.

La Justicia

Es la virtud de dar a cada quien lo suyo. Sé considera que el trasgresor de la ley es injusto, mientras que quien actúa conforme ala ley es justo. La Justicia es una condición necesaria para que las relaciones humanas se desarrollen armónicamente en un ambiente de respeto, igualdad, rectitud y estabilidad.

La Igualdad

Se refiere al trato que todas las personas deben recibir todos los hombres somos igualmente valiosos e importantes sin tomar en cuenta la raza, el sexo, la posición económica, la religión o la inteligencia.

Relacionadas de manera estrecha con la imparcialidad están, la indiscriminación. La Igualdad de oportunidades, como la educación o el empleo, que deben distribuirse de modo igualitario entre todos los individuos.

La Templanza

La templanza lo es respecto a las metas u objetos de fácil obtención, la templanza debe moderar las tendencias más fuertes de los impulsos que hacen desear una cosa en el hombre, pues dichas inclinaciones siguen intenciones de la misma naturaleza: La alimentación y relaciones sexuales.

La capacidad de moderación y control que otorga la templanza permite a los hombres lograr un equilibrio, entre la exageración de estas pasiones y la anulación total de ellas.

Pues no se trata de negar su valor sino ubicarlo correctamente dentro del contexto general de las acciones humanas. Sinónimos de templanza son: La continencia, la moderación, y la sobriedad.

La Persona Integra

Una persona integra es la que cumple con su deber en cualquier circunstancia y durante de toda la vida.

La integridad no es una virtud momentánea, es el cumplimiento del deber de manera prolongada la cual matiza para siempre la personalidad del individuo.

La integridad consiste en aceptar un deber y apegarse a el en todos los actos de la vida.

La integridad de una persona origina que la vida social de este individuo alcance los más altos elogios que una sociedad puede brindar.

La Fidelidad

Valor que se extiende como la acción de no traicionar la confianza que nos deposita y permanecer a lado de lo que prometimos. La persona fiel encuentra en el cumplimiento de su deber una fuerza moral, que le une a sus compromisos y a las personas con las que estableció una relación social.

Dentro de las virtudes éticas encontramos otros valores, como son: La racionalidad, la lealtad, la erudición la buena voluntad, la seguridad, la cortesía, la disciplina, la caridad, la confianza, la paciencia y el respeto.

Valores familiares

Los Valores familiares entre los miembros de una familia se establecen relaciones personales que entrañan afinidad de sentimientos, de afectos e intereses que se basan en el respeto mutuo de las personas.

La familia es la comunidad donde desde la infancia se enseñan los valores y el adecuado uso de la libertad. Las relaciones personales y la estabilidad familiar son los fundamentos de la libertad, de la seguridad, de la fraternidad en el seno de la sociedad. Es por esto que en la familia se inicia a la vida social. Es en la familia donde se enseñan los primeros valores; valores que serán sustento para la vida en sociedad y a lo largo de la vida de la persona. Entre otros destacan los siguientes.



La alegría:

La alegría es un valor que se siembra primeramente en el seno familiar. Es en el núcleo familiar donde se procura que los miembros se ayuden unos a otros en sus necesidades, en la superación de obstáculos y dificultades, así como el compartir los logros y éxitos de los demás.

La alegría no depende de las circunstancias o de las facilidades que puede presentar la vida y tampoco consiste en tener cosas. Este valor tiene su fundamento en lo profundo de la persona, no es sino la consecuencia de una vida equilibrada, de una coherencia entre lo que pensamos y lo que hacemos, el tener una mente y un cuerpo sanos.

La generosidad:

La generosidad es uno de los valores que se fomentan en la vida familiar. Entendiendo por generosidad el actuar en favor de otras personas desinteresadamente y con alegría. Hacer algo por otras personas puede traducirse de diferentes maneras, por ejemplo, dar cosas, prestar juguetes, dar tiempo para escuchar y atender a otro miembro de la familia, saludar, perdonar.

El respeto:

El respeto hacia los demás miembros es otro de los valores que se fomentan dentro de la familia, no sólo respeto a la persona misma, sino también a sus opiniones y sentimientos. Respeto hacia las cosas de los demás miembros, respeto a su privacidad, respeto a sus decisiones, éstas, por supuesto, adecuadas a la edad de la persona. Es en la familia donde el niño aprende que tanto él o ella como sus ideas y sentimientos merecen respeto y son valorados.

La justicia:

La justicia se fomenta en el seno de la familia al establecerse lo que corresponde a cada miembro de la misma.

La responsabilidad:

La responsabilidad supone asumir las consecuencias de los propios actos, no solo ante uno mismo sino ante los demás. Para que una persona pueda ser responsable tiene que ser consciente de sus deberes y obligaciones, es por ello, de gran importancia que los hijos tengan sus responsabilidades y obligaciones muy claras. El desarrollo de la responsabilidad en los hijos es parte del proceso educativo, esto con vistas a la participación de los hijos en la vida familiar primero, y a la vida en sociedad después, de una manera responsable y autónoma.

La lealtad:

La lealtad surge cuando se reconocen y aceptan vínculos que nos unen a otros, de tal manera que se busca fortalecer y salvaguardar dichos vínculos así como los valores que representan. La aceptación y el reconocimiento de este vínculo no se centran hacia el futuro, como una posibilidad, sino que es una realidad actual. Este vínculo no pasa con el tiempo, es profundo, suele madurar y fortalecerse a la larga.

La autoestima:

La autoestima es uno de los valores fundamentales para el ser humano maduro, equilibrado y sano. Este valor tiene sus raíces y fundamentos en el núcleo familiar.

Se entiende por autoestima la visión más profunda que cada persona tiene de sí misma, influye de modo decisivo en las elecciones y en la toma de decisiones, en consecuencia conforma el tipo de vida, las actividades y los valores que elegimos.

La educación como trasmisión de valores cívicos

Uno de los temas que más polémicas ha suscitado en la reciente promulgada Ley Orgánica de Educación (LOE) ha sido, sin duda, el del nuevo Área de Conocimientos denominado "Educación para la ciudadanía y los derechos humanos”. este artículo voy a exponer brevemente cuáles son las razones que, en mi opinión, han llevado al Ministerio a reorientar la educación en los valores cívicos mediante la creación de este nuevo Área o materia.

Es cierto que todos los problemas de convivencia en una comunidad educativa no se van a resolver con una asignatura, pero también es preciso reconocer que puede ayudar a crear un mejor clima de convivencia en los Centros.

Las razones que avalan la necesidad de una educación ética y cívica basada en los Derechos Humanos y en los valores constitucionales son de diverso tipo: razones de orden educativo; razones de orden sociológico; razones filosóficas y razones jurídico-políticas.

La razones educativas a favor de la Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos se basan en que en todas las épocas la educación siempre comporta una filosofía moral y política en sentido amplio; es decir, que toda acción educativa abarca lo cognitivo y lo axiológico y trata por tanto de formar según unas pautas morales y cívicas determinadas.

Una nueva serie de razones que abonan la idea de la educación para la ciudadanía y los derechos humanos se basa en consideraciones de orden filosófico, de filosofía moral y política. Toda ética personal va acompañada de una ética civil, de unos valores que surgen en el individuo y se trasmiten a la comunidad. Por eso no tienen razón quienes quieren imponer a todos su propia visión del ser humano y de la moral. En la época actual disponemos de un código ético de referencia que pretende ser universal y que se conoce como los derechos humanos.

Por último, existe una serie de razones de carácter jurídico-político que apoyan la conveniencia de esta nueva asignatura. La convivencia democrática tiene una base fundamental en nuestro país: la Constitución. Es el gran pacto político y jurídico sobre el que se asienta toda la arquitectura legal de España y todas las garantías contenidas en nuestro ordenamiento jurídico. Es preciso que los niños y jóvenes conozcan los principios y valores constitucionales recogidos en la Carta Magna porque son el marco en el que todos podemos convivir en libertad y en paz. Todos los países europeos tienen en sus respectivos sistemas educativos una educación cívica que se realiza de modo transversal o de modo específico. En muchos casos son los profesores de Ciencias Sociales los encargados de impartirla. Eso indica que todos los estados democráticos europeos consideran un objetivo irrenunciable de sus sistemas educativos la formación de ciudadanos reflexivos, críticos, participativos y solidarios que colaboren en la construcción de una sociedad más libre y más justa.

A lo largo del siglo XIX, los Estados nacionales europeos asumieron un protagonismo muy importante en el ámbito educativo como impulsores de una educación pública y gratuita para toda la población, teniendo como ideal la plena escolarización de todos los niños y adolescentes. La educación política y religiosa fue durante todo el siglo XIX una constante de todos los sistemas educativos europeos; la moral cristiana en sus diferentes versiones y la formación política eran el eje ideológico sobre el que se asentaban todos los sistemas educativos europeos.

Hoy día las cosas no han cambiado demasiado porque los sectores católicos más conservadores siguen viendo la escuela laica como algo condenable y digno de ser anatematizado. Los defensores a ultranza de la moral católica todavía no han aceptado que el pluralismo moral y religioso de la sociedad española es un hecho social innegable y que forma parte consustancial de la misma vida democrática.

Los valores cívicos y la ciudadanía

Ya hemos señalado antes que los valores morales y cívicos deben basarse en los derechos humanos. En la Declaración de Derechos Humanos se alude expresamente al significado profundamente cívico que tiene la educación en la sociedad: La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todos las naciones y todos los grupos étnicos y religiosos; y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz .

A pesar de esta contundente defensa de esos principios y valores, en el Artículo siguiente (27), se defiende también que los padres tienen derecho a elegir para sus hijos el tipo de educación que quieren darles. Es decir, que se garantiza la libertad de las familias a la hora de elegir los valores morales que se quieran trasmitir en el seno de la comunidad familiar, con independencia de que los Estados tienen la obligación de educar a los niños y adolescentes en los valores cívicos y democráticos.

En nuestras actuales sociedades la influencia de la escuela es mucho menor que en siglos anteriores y la necesidad de educar al ciudadano en valores cívicos desde las instituciones educativas debe enfrentarse a nuevos retos y enfocarse de modo distinto. Si el Estado-nación ha sido hasta ahora el encargado de trasmitir una educación cívica y política acorde con su historia propia y sus instituciones democráticas, en la época actual la condición de ciudadanía ha adquirido nuevos perfiles ya que vivimos en un mundo globalizado e intercultural en el que las sociedades no son un reflejo mimético de los Estados-nación del pasado y además la coexistencia de múltiples códigos morales y religiosos exige una nueva ética universalizadle.

La noción de ciudadano y ciudadanía es evidente que alude directamente a la libertad y los derechos de las personas, a algo conseguido tras siglos de sometimiento a sistemas de gobierno antidemocráticos que no querían ciudadanos sino súbditos. Por eso en las sociedades democráticas es preciso dotar a la educación cívica de los instrumentos adecuados para llevar a cabo su tarea. Y esa tarea de educar en valores morales y cívicos tiene que estar fundamentada en los Derechos Humanos y en la Constitución democrática española.

La fundamentación filosófica de los valores morales y cívicos debe ser ética y política, y nunca partidista ni ideológica. Tiene que apoyarse en una reflexión sobre la libertad, la responsabilidad y la moralidad humana con el fin de trasmitir al alumnado una visión de aquellos valores morales y cívicos que permiten una convivencia en paz y en libertad. Pero no parece lógico ni posible que la educación ético-cívica se apoye en cosmovisiones cerradas y sustantivas del hombre y de la moralidad que se crean poseedoras de la verdad definitiva sobre el bien y sobre el mal. Se trata de fundamentar la vida social, el civismo, sobre valores universales que promuevan la tolerancia y el respeto hacia todas las personas, sea cual sea la religión, la ideología y la moral de cada uno. Por eso no es posible que las morales religiosas sean el eje vertebrado de la ética cívica ni la inspiración de las leyes civiles, porque no ofrecen valores universalizadles, sino doctrinas dogmáticas sobre el ser humano y morales heterónomas basadas en creencias subjetivas.

La educación en valores debe contribuir a formar ciudadanos (hombres y mujeres) que participen en la sociedad: el empeño democrático debe orientarse actualmente a propiciar un tipo de ciudadano y ciudadana, capacitados para convivir en sociedades abiertas y pluralistas, basadas en la tolerancia y en percibir la diversidad como una riqueza que contribuye a la mejora de la sociedad. En una sociedad plural, la educación tiene la posibilidad de mitigar los conflictos, promoviendo los valores que ayuden a las personas a convivir con persona de valores diferentes. Para ello es imprescindible buscar valores comunes compartidos por todos, como los derechos humanos.

Educación en valores es tratar de formar personas que sepan afrontar los cambios en su vida, llevando por sí mismos, de modo autónomo, las riendas de la misma. En estas sociedades complejas y en continuo cambio en las que vivimos, la educación en valores tiene como objetivo fomentar el desarrollo de una fuerte consistencia moral para afrontar situaciones nuevas en las que las reglas conocidas no dan ya una respuesta completamente clara.

La educación ético-cívica supone de la existencia de una formación específica para que todo el alumnado tenga: Un conocimiento racional sobre la fundamentación de esos valores y de las normas de comportamiento derivadas.

Una reflexión crítica sobre los valores morales y cívicos, sobre la democracia y sus instituciones y sobre la fragilidad de los sistemas de convivencia humanos. Es muy importante que todos los sistemas educativos formen a los niños y adolescente en la cultura cívica y política. Una puesta en práctica en los centros escolares de proyectos educativos y planes de convivencia basadas en el diálogo, en la argumentación como método de resolución de los conflictos y en el respeto y la tolerancia positiva ante las actitudes diferentes, poniendo como límite infranqueable los derechos humanos.

Diversión que cura

Por algunos momentos la vida presenta problemas difíciles de resolver o situaciones que nos preocupan. Los adultos se preguntan cómo arreglar un problema en su trabajo u obtener el dinero necesario para la casa. Los niños sufren por una tarea muy larga que les dejaron, porque tienen miedo del examen de mañana o porque tal vez hicieron una travesura y no quieren que los castiguen. Todo esto nos pone tristes y enojados y evita que hallemos una solución a nuestras dificultades. A veces nos dan ganas de llorar, a veces andamos de tan mal humor que damos de gritos a la primera persona que encontramos. Pero ni los gritos ni las lágrimas nos ayudan a resolver nada. ¿Cómo podemos liberarnos?



La respuesta está en el sentido del humor, en una manera de pensar o ver la realidad que destaca el lado cómico de las cosas. Y la mayor expresión del sentido del humor es la risa, una reacción que no existe en el reino animal y es exclusiva de nosotros, los seres humanos. Cuando nos reímos estamos dando, aunque sea por un momento, muestras de felicidad, relajación y libertad, estamos viviendo el valor de la alegría y mostrando que sabemos disfrutar la vida. Aunque no hay límites de edad para reírse, la alegría es un privilegio de los niños como tú, porque a tu edad todos somos más sinceros y espontáneos. El reto es conservar esas virtudes cuando seas adolescente, adulto y muy viejito.

Un mensaje para los padres

En el mundo contemporáneo, lleno de conflictos y compromisos, a los adultos nos parece difícil hallar el lado gracioso de las cosas. Por otra parte, no podemos simular ante nuestros hijos una situación de alegría artificial que los aleje de la realidad. Lo que sí podemos hacer es crear una atmósfera de buen humor, donde se procure la satisfacción de cada integrante de la familia y los problemas puedan enfocarse de una manera menos dramática, pensando siempre en un proyecto común de realización y felicidad.

Acciones a seguir

En el manejo de asuntos serios o difíciles, como los problemas de conducta, los riesgos de las adicciones y la educación sexual de los hijos eviten adoptar un tono grave o ceremonioso del estilo: “tengo que hablar seriamente contigo”, prefieran un enfoque amable en el que puedan intercalarse bromas o comentarios divertidos.

En el caso de los niños pequeños, diseñen juegos que incorporen actividades y materiales que vuelvan todo más ágil como las imitaciones, las “caras y gestos” y los títeres.

Aunque ustedes, como adultos, tengan problemas económicos o laborales, creen un espacio libre de ellos en el hogar por bien de sus hijos y de ustedes mismos.

Un mensaje para los maestros



Fomentar en el aula el sentido del humor, la risa y la alegría es una tarea prioritaria no sólo en bien de los alumnos y su desarrollo, sino de usted mismo que en muchas ocasiones puede estar (con toda razón) a punto de perder la paciencia ante un grupo de pequeños agitados, traviesos y desafiantes. Genere una atmósfera cordial y ligera en el aula y al mismo tiempo, divulgue entre ellos la importancia de la risa.



Hablemos de valores cívicos.

El civismo se refiere a las pautas mínimas de comportamiento social que nos permiten convivir en colectividad. Se basa en el respeto hacia el prójimo, el entorno natural y los objetos públicos; buena educación, urbanidad y cortesía.

Se puede entender como la capacidad de saber vivir en sociedad respetando y teniendo consideración al resto de individuos que componen la sociedad siguiendo unas normas conductuales y de educación que varían según la cultura del colectivo en cuestión.



CONCLUSIÓN TEMÁTICA

Los valores son muy importantes, tanto en nuestra vida cotidiana, como en la sociedad, es por eso que nosotros llegamos a la conclusión de que sin ellos, la vida seria mucho peor, y decimos peor porque en estos tiempos se ven cosas como que los niños roban, tienen mala educación, hay muchas pandillas y hemos llegado a grandes extremos que hay familias completas, desde el papá hasta el hijo, que secuestran y matan, claro todo esto pasa por la falta de valores inculcados en la mismísima familia.

Todo esto no pasaría si todas las personas tuviéramos valores y principios bien firmes desde la niñez, es por eso que hay que dar el ejemplo y empezar por nosotros desde nuestra casa, nuestra educación, nuestro trabajo, hasta con nuestras amistades, etc.…

Para así demostrar a la gente que todas las personas podemos ser mejores cada día.


Elaborado por:

Sonia Bibian Cardoso

Yolanda Ortiz Cisneros

María Clara Parra Díaz

Manuel Magaña Reyes










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